Sus producciones no superan las 4.500 botellas anuales, y la uva que da vida a sus vinos, proviene de Peralillo, Paredones y Nancagua, la cual es cosechada íntegramente a mano. En el proceso de vinificación se busca la menor intervención posible y los vinos no son clarificados ni filtrados. Actualmente trabajan las variedades merlot, cabernet sauvignon, syrah, carménère, y Zafarrancho, su único ensamblaje, es resultado de la mezcla de estas cuatro cepas. Además, producen un país de Paredones y un mourvèdre que nace en el jardín de su casa. A contar de 2017, en Vinos Lugarejo iniciaron un inédito proyecto turístico inclusivo, para dar a conocer a sus visitantes todo el trabajo involucrado en la elaboración de cada uno de sus exponentes, desde el viñedo hasta el embotellado.